domingo, 18 de noviembre de 2007

¿Sabes?

Me gusta acercarme a ti como una amiga que no va a intentar nada contigo. Sentirme vulnerable para que aparezcas y des una solución a mis problemas. Es entonces cuando más empiezas a reclamarme. Y me gusta, pero me da miedo volver a caer en esa espiral de celos y ganas de hacer que lo pasemos mal.

Desde que hablamos el jueves todo ha cambiado tanto, es todo tan relajado... Creo que sabes que todo es distinto.

Me encantó cómo me buscabas con la mirada el otro día, haciéndome partícipe de todas y cada una de las gracias que hacías a los demás, porque sé que sólo eran para mí. Sabía perfectamente que irías a buscarme, y si no lo hubieras hecho me habría sentido decepcionada conmigo misma.

Sé que hoy te estoy tratando como te mereces.

No hay comentarios: